Esta mañana he hablado con una persona que quería trabajar conmigo y creo que merece la pena que comparta contigo lo que hemos hecho.
(nada de detalles escabrosos, no te relamas 🙂 )
“Mi negocio es muy soso y me cuesta mucho encontrar esa diferencia de la que hablas, Rafa. Todos en el sector hacemos lo mismo y tenemos precios parecidos- ha empezado diciéndome.
La diferencia la tienes en ti -le he contestado- no busques fuera”.
No hay en el mundo dos personas iguales.
No hay dos negocios iguales, es imposible.
Aún y cuando vendieran el mismo producto y al mismo precio, los negocios serían diferentes.
¿Por qué?
Pues porque no importa el “qué”.
Importa el “cómo” y el “para qué”.
Incluso si el “cómo”, fuera exactamente el mismo, cosa que es harto difícil, el “para qué”, no podría ser igual en ningún caso porque no es posible que dos personas tengamos el mismo para qué.
Es imposible que dos personas hayan concebido lo que su producto puede hacer por otros de la misma manera.
Es imposible que dos negocios transmitan el mismo sentimiento a un cliente de la misma manera.
Imposible.
La clave está en sacar eso que llevas dentro, esa pasión, ese inconformismo que te ha llevado a montar un negocio y hacérselo ver a tu cliente para que sepa hasta dónde puede llegar contigo de la mano.
¡Ojo! digo contigo de la mano.
Que nadie te cuente películas fantásticas en las que dejas tu negocio en sus manos y de repente todo se vuelve luz, color y billetes…
Lo único, fíjate bien lo que te digo, lo único que puede funcionar bien es cuando se da la perfecta unión entre el responsable, dueño, CEO, director general (llámalo x) del negocio, que es el que sabe de su negocio, y la persona que se encarga de escribir los textos que le ayudarán a vender más, que es de lo que sabe.
Sin trabajo en equipo no hay juego que valga.
Sin esa visión del negocio no hay fórmula mágica que funcione.
Sin esa visión de conjunto, sin ese trabajo en equipo, estarás llevando tu negocio a medio gas.
Y ninguno queremos eso, ¿verdad?
Yo desde luego que no y los que trabajan conmigo, tampoco.
Para eso, para no ir a medio gas, es importante que primero apliques una vieja fórmula secreta que estaba escrita en la sala de la sibila, la adivina que había en el templo de Apolo en Delfos que decía lo siguiente:
“Te advierto, quienquiera que fueres tú, que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros. Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses”.
Recuerda, no hay dos personas iguales.
No hay dos negocios iguales.
Empieza por saber tu “para qué”, que del resto nos ocupamos tú y yo juntos.
Para los que no tienen miedo de apretar el acelerador de su negocio