Diferenciación

La gran mentira sobre Papá Noel y su función en el mundo.

¿🧑‍🎄Le has escrito ya tu carta a Papá Noel🧑‍🎄?

¿Crees que te traerá lo que le has pedido, te traerá otra cosa o no te traerá nada?

A todo esto, ¿🧑‍🎄Crees en Papá Noel 🧑‍🎄?

(Espero que Sofía no lea esta carta que te mando porque no quiero que se d3s3nconte tun pranto)

Puede que con esta preguntas que te estoy haciendo pienses que me he vuelto majara del todo o que me he quedado sin temas de los que escribirte.

La verdad es que pretendía ganarme tu atención de entrada para que estés más atento a lo que tengo que decirte hoy.

Nada mejor que una pregunta para llamar la atención de alguien, ¿no?

A lo que iba.

Te voy a dar una noticia que puede hacer que cambie lo que creías que sabías del funcionamiento del mundo moderno.

Papa Noel, existe.

Sí, así como te lo digo.

Pero hay un matiz, un matiz que lo cambia todo:

Papa Noel es el mercado, amigo.

El Mer-Ca-Do.

La imagen que tenemos de él, así de bonachón, regordete, con barba blanca y pijama rojo y blanco se la debemos a una persona que se encargó de diseñarlo.

(En la Newsletter de hoy de Jorge Coronado viene muy bien explicado)

En nuestro imaginario hemos decidido pensar que Papá Noel es un santo que nos trae regalos a todos en todo el mundo…

…pero no es así.

Papá Noel, trae regalos a los que se lo merecen.

A los niños que se han portado bien y han hecho lo que tenían que hacer.

A los que no hacen lo que tienen que hacer no les trae ni carbón.

Es justo, que es muy diferente de ser bueno.

Así es el mercado.

Es fiero, es impasible, pero es justo.

Si no haces las cosas bien te arrasa, si las haces bien te premia.

(Y ya sabes, entonces el saco de Papá Noel vendrá cargado de los regalos que le hayas pedido)

No te voy a meter el miedo en el cuerpo porque bastante miedo nos meten ya las noticias, algunos políticos y algunos personajazos vagos y normalmente incultos que no tienen otra cosa que hacer que perder el tiempo en las redes sociales.

Prefiero un mensaje de esperanza.

Puedes trabajar tú solito para que Papá Noel te trate bien cuanto antes, o puedes apoyarte en mí, que sé bien lo que le gusta a Papá Noel,  y que juntos hagamos algo diferente que consiga que los resultados sean muy diferentes.

Para empezar a escribir tu carta a Papá Noel I, suscríbete para recibir mis cartas diarias aquí.

Siempre hay un truco detrás.

Me encanta hacer trucos de magia con Sofía porque ya sabe que siempre hay un truco detrás y tengo que esforzarme mucho para que no me pille.

Ha llegado un momento en que si le digo…

“Sofía, mira aquí atentamente”

…ella mira a todas partes menos a dónde yo le digo que mire.

Y claro, me cuesta mucho más.

(Y ella se parte de risa y disfruta como nadie cargándose mis actuaciones de magia)

Con 6 años ya sabe que una cosa es lo que de verdad pasa y otra distinta, lo que podemos hacer creer a otra persona que pasa.

O lo que una persona se hace creer a sí mismo que pasa.

Hay personas que ni con 60, 70 u 80 años se dan cuenta de estas cosas.

No se dan cuenta porque ellas mismas se hacen a sí mismas trucos mentales con los que creen ver una cosa cuando en realidad está pasando otra bien distinta.

Hay muchas personas que creen de verdad estar haciendo lo correcto para que su negocio funcione bien.

Se levantan temprano, abren sus negocios, atienden llamadas, responden emails, negocian precios con sus proveedores, conversan con algún cliente, piensan en alguna campaña de publicidad con la que atraerán más clientes, trabajan hasta tarde, llegan a casa cansados del trabajo del día, cenan, ven alguna serie y se van a dormir.

Y así un día tras otro hasta que a final de mes los números no salen por ningún lado.

¿Pero cómo puede ser? -se preguntan- si yo trabajo duro, hago lo que siempre he hecho, hago lo que mi competencia hace y…

Ahí está el problema.

Lo que ha venido funcionando hasta ahora puede no funcionar ahora, en este momento.

Esto pasa especialmente cuando los tiempos se vuelven más difíciles y hay menos “alegría” en el consumo.

Aún así hay gente a la que sí le va bien.

¿Cómo es posible? ¿No llueve igual para todos?

Sí, llueve igual para todos, pero mientras unos no sacan el paraguas hasta que se mojan, los otros llevan un chubasquero puesto desde que salen de casa para no mojarse.

Mientras unos se “engañan “ a sí mismos haciendo lo mismo, funcione o no, día sí día también, los otros, aquellos a los que les va mejor, han hecho zag cuando todos siguen en el zig.

¿Hacer email marketing es hacer zag, Rafa?

Pues depende, te contestaría yo si me preguntaras eso.

Mandar emails a tus clientes por mandar no es hacer zag desde luego.

(aunque mucho mejor que no hacer nada por supuesto que sí)

Conocer bien a tus clientes y tener una oferta que les interese, ya empieza a ser Zag.

Mandarles emails a tus clientes para venderles lo que necesitan y no lo que tú crees que quieren, es un buen Zag.

Mandarles emails para que te conozcan cada día mejor, confíen en ti y acaben comprando más y con más frecuencia, también es Zag. 

Hay otras formas, claro, pero todas ellas parten de conocerte bien a ti y de conocer mejor a tu cliente.

Si quieres formar parte de los que hace Zag, más información aquí:

Si quieres que trabajemos juntos, empieza por aquí.

Gente que tiene la soga al cuello

Una de vaqueros antes del puente.

En la película “El bueno, el feo y el malo” hay una escena en la que Tuco, el actor Ellie Wallach, está a punto de ser ahorcado por el sheriff del pueblo.

Justo antes llega el Rubio, no confundir con el Rubius, por favor 🤪 ,  interpretado por Clint Eastwood, pega cuatro tiros con su rifle y libera a Tuco de una muerte segura.

Cuando se están repartiendo a partes iguales el dinero de la recompensa, Tuco le dice a el Rubio:

“El mundo está dividido en dos partes, amigo; 

Los que tienen la cuerda al cuello y los que la cortan, solo que el cuello que hay dentro de la cuerda es el mio, y el que se la juega soy yo.

Por eso, la próxima vez quiero más de la mitad.

Sí, es verdad que tu expones -dice el Rubio-, pero yo soy el que corta, y si tu me rebajas mi porcentaje (¿quieres?) yo podría fallar la puntería, ejem.

Pero si fallas, falla de verdad, Rubio, porque el que me engaña y después no me mata quiere decir que no sabe nada de Tuco, ja ja, nada”.

A mí las películas del Oeste me vuelven loco.

No me canso de ellas aunque eso sí, tengo que aprovechar que ni Alejandra ni Sofía estén en casa para poder ver alguna. 

Y mira que lo he intentado…

(Otras son las películas de Navidad, pero de eso ya hablaremos otro día)

El bueno, el feo y el malo es una de mis películas favoritas por lo que la he visto muchas veces, pero es que además, creo que sus diálogos encierran grandes lecciones de vida y de negocios… si la ves con los ojos adecuados.

Es cierto que el mundo se divide en dos.

Que unos son los que tienen la soga al cuello y otros los que cortan la soga.

Pero también es verdad que unas veces somos nosotros mismos los que nos ponemos solitos la soga al cuello.

Lo peor de todo es que puede que alguna de esas veces no llegue nadie a salvarnos y, se acabó la partida.

Game over.

No hay bola extra.

Pero no nos pongamos trágicos de momento, porque si haces lo que tienes que hacer, no darás lugar a esa situación.

El problema está cuando no haces nada.

Te empeñas en seguir lo mismo que has venido haciendo hasta ahora esperando que todo siga igual.

“No hay mal que 100 años dure”

“Dios aprieta pero no ahoga”

“Más vale malo conocido que bueno por conocer”

¿Te suenan de algo?

Nos han educado así, nos han educado en el “Virgencita, que me quede como estoy” y eso es un tremendo error.

Déjame que te diga que si no te mueves, si no avanzas, vas para atrás.

Si no avanzas, retrocedes.

Vale, Rafa, ¿Y qué es avanzar? ¿Qué es hacer ese algo diferente que me hará ir hacia adelante como los de Alicante?

Pues tener claro tu propio plan de acción, tu propia estrategia, tus propios objetivos y las acciones que vas a hacer para conseguirlos.

Empieza a hacer y no pares, no te salgas de tu estrategia aunque veas que a otros les funcionan otras cosas diferentes.

Tú eres tú y tienes algo que nadie más tiene. Nadie.

Empieza por rentabilizar lo que ya tienes. Lo que te diferencia.

Sal ahí fuera y ofrece lo que tienes.

No esperes a que vengan a ti,

Ten hambre. Ve tú a buscarlos como si hoy fuera el último día de la vida en el planeta.

Hoy es fácil, no tienes que ser una súper mega empresa con recursos infinitos para lograrlo.

Hoy es el día, no mañana, ni pasado.

Hoy.

Si quieres hacer algo diferente puedes empezar por aquí.

Una idea muy loca y diferente que pocos harían hoy.

“Estimado señor mío:

He visto que Lisboa fue el año pasado una etapa de su distinguido y afamado Rally de Monte-Carlo.

Me consta que fue un éxito, y ahondando en ese sentido me gustaría proponerle que este año fuera Almería, mi ciudad, la protagonista de una etapa de su Rally.

Puede que no sepa mucho de mi ciudad, pero por ayudarle un poco, le diré que es una ciudad que está junto a Málaga, a la que seguro conocerá.

Como su prueba automovilística se celebra en enero, estamos en disposición de ofrecerles no sólo el calor y la pasión de las gentes de bien que pueblan nuestra ciudad, sino también, una excelente temperatura que hará las delicias de los expertos y aguerridos pilotos.

Dicen de nuestra ciudad que es el lugar “Donde el sol viene a pasar el invierno”.

En espera de sus siempre gratas noticias se despide atentamente:

Ramón Vivancos.”

Esta carta, o una muy parecida,  porque la he escrito basándome en hechos reales (como las pelis), le envió el bueno de Ramon Vivancos, un empresario almeriense, a la organización del Rally tras ver en la tele que la salida de una etapa de la carrera salía de Lisboa.

Terminó de escribir, la metió en un sobre y la echó en un buzón.

(Ni siquiera había hablado con las autoridades políticas o deportivas de Almería antes de mandarla)

A los 3 meses, recibió una carta en su casa con un sello extranjero.

La abrió y leyó con el corazón a punto de salírsele por la camisa, que sí, que ese año la etapa inaugural del Rally se celebraría en Almería tal y como el bueno de Ramón había solicitado.

El Rally fue un éxito de público que puso Almería en boca de todos y estuvo presidido por las autoridades provinciales y por Marisol, la niña cantante-actriz, que por entonces arrasaba en España.

Y todo porque este empresario tuvo una idea loca, una idea diferente y la puso en marcha.

No se puso a hacer un sesudo estudio de mercado.

No empezó comentando su idea y pidiendo ayuditas para ponerla en marcha.

No se rindió antes de empezar.

Pensó que una idea diferente podía hacer ver Almería de manera diferente.

Y fue un éxito rotundo.

En esta vida están los que son como Ramón el del Rally y los que no son como él.

Están los que quieren cambiar las cosas y se ponen a hacer lo que tengan que hacer para conseguirlo…

…y están los que no, los que harán estudios de viabilidad, estudios de la idoneidad de la viabilidad, estudios de la oportunidad de la idoneidad de la viabilidad, y después se lo pensarán, buscarán ayudas y pensarán el momento justo para ponerlo en marcha.

Que nunca llega a ser el momento justo para ellos, por cierto.

Porque el mejor momento es ahora.

Si quieres hacer algo diferente puedes empezar por aquí.