Hace poco oí una historia que aunque en principio no tenga nada que ver con el copy, me enseñó mucho sobre el copy.
El buen copy, digo, no el de copiar y pegar plantillas.
Te cuento la historia.
En 1954 había un periódico cuyo nombre igual te suena: El Caso, que se dedicaba a contar crímenes y cosas extrañas que ocurrían en la España de entonces.
Como los humanos somos como somos, las historias del mal, sangrientas, con personajes depravados siempre nos han fascinado.
La Odisea, La Ilíada o la Biblia están llenas de sangre y fíjate lo que mueven.
El Caso empezó vendiendo 11.000 ejemplares con cada número que sacaba a la semana, pero dos años después, en 1954, gracias a la genialidad del director consiguieron vender 300.000 de un sólo número.
El misterio de la mano cortada.
Por aquellos años todavía funcionaba la censura y cuando el censor vió que en plena portada habían colocado una mano cortada metida en una lechera, dijo que aquello era inmoral y que prohibía su publicación.
Las rotativas ya estaban en marcha y no había tiempo que perder, así que el director pegó un papel en blanco encima de la fotografía de la mano cortada y escribió a mano, con la mejor letra que pudo y en color rojo, “El misterio de la mano cortada”.
Después añade una frase para rematar la jugada: «Apasionante y verídico reportaje de este suceso, en páginas interiores. Copiosa información fotográfica».
Fue la bomba.
La gente no podía ver esa portada y continuar su camino sin comprar el periódico.
Querían saber más.
Querían tener el periódico para ver las fotos que habían sido censuradas en la portada y empaparse del misterio que rodeaba el caso.
El propio director contó que el hecho de ser una portada tan fea y escrita a mano había conseguido crear unas ganas irresistibles de comprar en todos los que pasaban por los quioscos.
Agotaron la edición y sacaron otra con todo el papel que les quedaba.
También la vendieron.
El Caso fue criticado por sensacionalista por muchos intelectuales de la época aunque no por ello dejó de conseguir su objetivo: informar de lo que pasaba en España y vender más que ningún otro semanario. Con diferencia.
Ese es el poder de la curiosidad.
Ese es el poder que el copy tiene.
Que es capaz de crear curiosidad para que la gente acabe haciendo lo que tú quieres que haga.
Es capaz de hacer que tú mismo hayas acabado en esta página leyendo hasta aquí.
El copy, el bueno, no el de plantillas y truquitos, hace que la gente se interese por cosas.
Que se interese y luego compre si es lo que quieres.
Hay personas inteligentes que saben que esto es así y otros, que prefieren andar todo el día tras los consejos de moda de algún “gurú” para conseguir lo que sea que quieran conseguir ese día en menos de 24 horas.
Para los que sí, tengo una lista a la que mando correos con mucha frecuencia.
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Rafa Casas Copywriter