Guía rápida para escribir tu página de "quién soy" sin ser un peñazo

Érase una vez una mujer que descubrió que se había convertido en la persona equivocada.  Anne Tyler “Cuando éramos mayores”.

Eso, convertirte en la persona equivocada, es lo que pasa cuando dejas que la vida pase por ti en lugar de pasar tú por la vida.

¿Y qué tiene que ver esto con escribir una página que cuente algo sobre ti a tus visitantes?

Mucho.

Sólo tienes que mirar los “Sobre mí”, “Quién soy”, o, peor aún, “Quiénes somos” de la inmensa mayoría de las páginas web.

Está claro que no han dedicado el mínimo esfuerzo a escribirlas, se han copiado de otras que a su vez se copiaron de otras y así hasta el primero que lo hizo.

Por eso ahora hay muchos Copys que insisten hasta la saciedad de que no hables sobre tí, que la gente ya está cansada de leer sobre los demás y no lo van a leer.

Pero vamos a ver…

¿Cómo no voy a hablar sobre mí en una página que trata sobre mí?

Espera que te lo cuento enseguida.

Lo que la gente no quiere leer, son cosas que no le importan, cosas que les aburre, o quiere leer a personas aburridas contar sus cosas aburridas.

A la gente le encanta leer sobre personas cuando son entretenidas y cuando lo que cuentan es entretenido y les interesa personalmente de alguna manera.

Esa es la clave, contar algo entretenido y que al que lo lea le interese.

(grábate esto a fuego o tatúatelo en algún sitio visible)

Si no fuera así, la página Sobre Mí no sería la segunda más leída tras la página principal en todas las webs del mundo.

Los visitantes llegan a tu página y tras leer la Home van al Sobre Mí y se encuentran algo así como esto:

“Mi misión es democratizar el acceso a las nuevas tecnologías facilitando el conocimiento de la programación a través de un sistema innovador multidisciplinar basado en la practicidad que consigue que las personas interesadas aprendan de forma consolidada con brevedad y sin esfuerzo, algo de lo que…”

In-so-por-ta-ble.

Y se quedan tan a gusto mientras tú, que vas buscando alguien que sepa cómo enseñarte a programar, bostezas antes de cerrar la página y seguir con tu búsqueda.

En serio, ¿a que te ha pasado más de una vez?

Por eso, lo que escribas en la página de Sobre Mí se convierte en un arma de doble filo.

Si lo haces como todo el mundo, tu Sobre Mí será una más entre los millones de páginas que te vas a encontrar en Internet.

Pero, si haces algo diferente y lo que dices les gusta y les parece interesante, habrás ganado la primera batalla.

Te conocerán un poco más, habrás ganado el derecho a retenerlos un poco más en tu página, y habrás empezado a generar un vínculo con tu posible cliente.

Bueno, venga, vamos al grano. 

¿Cómo puedes escribir tu página para que entretenga?

Nada mejor que mis Cinco Lecciones para escribir un Sobre Mí sin ser un pestiñazo.

Comenzamos.

Primera Lección. Escribirás un buen título para tu página.

Mejor empieza tu página con un buen título que no sea “Sobre Mí”, por favor. 

El título de tu página debería ser diferente. No digo original, sólo diferente.

Currátelo un poco, anda, y piensa que el único objetivo que tiene el título de tu “Sobre Mí”, es conseguir que el que haya llegado hasta ahí, lea esa primera frase.

Si lo hace, le entretiene,  interesa y es relevante para él, va a seguir y leerá la segunda frase, la tercera, y al final se habrá leído todo tu “Sobre Mí” en un momento”.

Por ejemplo, en Sinverguenza de Mi, Fernando Moreno lo borda: 

“Ese Sin Vergüenza de las fotos soy yo. No siempre he sido así y más adelante lo comprobarás.”

¿Ves? Ya te ha intrigado. Te deja con ganas de más, de saber qué ha pasado, qué te contará después.

Y sigues leyendo.

Lo mejor que puedes hacer es escribir muchos titulares y elegir el que más te guste

Estos 3 puntos son los más importantes de cara a conseguir un buen título para ti:

1.- Escribe muchos titulares (un mínimo de 20) y escoge el que más te guste.

2.- Escoge uno que no sea muy largo si es posible.

3.- Por favor, no aburras a las piedras. Di algo interesante, sé tú mismo.

Segunda Lección. Contarás el problema que resuelves con naturalidad. 

Nunca, nunca, nunca, des nada por sentado.

Tienes que contar qué haces por los demás de una forma natural. Como si estuvieras en una conversación con ellos.

Aunque partas de una fórmula tipo “Ayudo a las personas a aprender programación con facilidad”, mejor enfócate primero en el problema y cuéntalo de otra manera:

“Piensas que la programación es difícil. Que te encantaría solucionar problemas con líneas de código como hacen otros, pero te cuesta un mundo.  Crees que tu tren ha pasado y que serás incapaz de aprender tanto como te gustaría”.

Esto ya estaría mejor.

Recuerda siempre:

1.- Comienza por una primera frase corta.

2.- Haz que el que te lea sienta algo, apela a las emociones. A sus emociones.

3.- Habla de tú a tú. Hazlo cercano, nadie se va a ofender.

Tercera Lección. Describirás tu solución con claridad. 

Pues ya queda menos y esto cada vez se pone más interesante.

Ya hemos captado su atención con el titular (porque lo has escrito atractivo, ¿verdad?), ha leído el primer párrafo en el que le cuentas el problema que tiene con naturalidad, y ahora toca que le cuentes qué solución le ofreces. 

Qué hay en tu solución que al lector le interesa.

Qué hay de lo suyo…

En el caso de nuestro amigo, el que enseña a programar, podría continuar de esta manera:

“Te enseño a programar de forma rápida y práctica, para que puedas empezar a vivir de la programación cuanto antes aunque te cueste la misma vida hacer una multiplicación y no sepas ni lo que es una matriz”.

Aquí ya le has dejado claro a qué te dedicas sin tener que escribirle que llevas 20 años programando, que tienes una licenciatura en ingeniería informática y que un día te despertaste y te diste cuenta de que tu misión en la vida era enseñar.

Eso a nadie le importa.

A nadie le importa que tengas cien títulos o que lleves en esto 20 años si no ven qué hay en tu oferta que a ellos les interese.

Lo importante en este punto:

1.- Cuenta sin complejos de ningún tipo qué puedes hacer por la persona que te lea.

2.- No hace falta que uses jerga técnica para parecer más “gurú”. Intenta que te entiendan sin tener que recurrir al diccionario. Mejor que no uses palabras “ciegas” (las que de tanto verlas en las webs pasan desapercibidas), como “multidisciplinar” o “líder en el sector”. Queda claro, ¿verdad?

3.- Conecta el problema que has contado en el punto 2 con la solución que ofreces. No salgas por peteneras y cíñete al guion.

Cuarta Lección. Detallarás por qué eres diferente. 

Ahora te toca ahondar un poco y ayudar al lector a elegir.

Bueno, a elegir no, a elegirte a ti que es de lo que se trata porque si no estaríamos haciendo un pan como unas tortas.

Hoy hay muchas opciones, muchas personas que ofrecen soluciones al problema de nuestro potencial cliente.

En el ejemplo que estamos utilizando, el de enseñar a programar, sabes que hay muchísima oferta ahora y habrá más en el futuro.

Entonces, ¿cómo lo hacemos para que te elijan a ti?

Haciéndole ver que eres diferente y por qué tu solución es mejor que las otras.

¿Y cómo hacemos esto?

Pues mira, tirando de las características de tu producto (curso, servicio o lo que ofrezcas) y convirtiéndolo en beneficios.

Hacemos una lista de 3 características de nuestro curso que nos diferencian de nuestra competencia.

Por ejemplo:

1.- Mi curso es mucho más práctico. No se aprende teoría sin utilidad inmediata.

2.- Mi curso está centrado en aprender un lenguaje de programación en profundidad. No varios.

3.- Mi curso tiene soporte de por vida.

Bien, una vez que tenemos esas diferencias con respecto a otras ofertas (si las buscas seguro que las encuentras), vamos a coger cada una de esas características diferenciadoras y las vamos a convertir en beneficios. Es decir, vamos a hacer que sean relevantes para nuestro potencial cliente, que le interesen.

Para hacerlo tienes qué preguntarte en cada una de ellas “para qué le sirven al cliente”.

Por ejemplo:

1.- Mi curso es mucho más práctico. No se aprende teoría sin utilidad inmediata. 

¿Para qué?

1.- Para que no pierdan tiempo en estudiar cosas que no son de utilidad inmediata y que sólo sirven para rellenar.

Entonces tendrías ya:

1.- Mi curso es mucho más práctico. No se aprende teoría sin utilidad inmediata para qie no pierdan tiempo en estudiar cosas que no son de utilidad inmediata y que sólo sirven para rellenar.

Hemos avanzado mucho, ¿no te parece?

Vamos a dar un pasito más y vamos a personalizarlo para el que nos lee.

Podría quedar así: 

1.- Mis cursos son 100% prácticos, sin relleno que te roban el tiempo que no tienes, para que te centres en aprender muy bien lo que vas a utilizar con rapidez.

Cambia la cosa, ¿no?

Haríamos lo mismo con las otras características y ya le habríamos contado de manera muy clara por qué elegirnos a nosotros.

Cuando escribas tu elemento diferenciador, lo importante es esto:

1.- Intenta que el posible cliente pueda sentir lo bien que le vendrá hacer tu curso. Describe todo lo que puedas para que lo pueda ver en su mente, para que sienta que es su mejor opción para resolver su problema.

2.- Sé creativo con las características de tus formaciones. Intenta buscar algo diferente a lo que ofrecen los demás, por favor.

3.- Convertir las características en beneficios va a ser lo que de verdad marque la diferencia así que escribe todas las que puedas y elige las mejores. Cuando ya has escrito muchas, sigue escribiendo hasta que te des cuenta de que te estás repitiendo.

Quinta Lección. No escribirás nada sin una, y sólo una, llamada a la acción.

Ya que has conseguido que tu visitante no pueda dejar de leerte, el próximo objetivo es que haga algo.

De hecho, todo el copywriting tiene como último objetivo que el que nos lee haga lo que queremos que haga.

Si no hace algo tras leerte, de nada vale tu esfuerzo.

Tendrás una página “Sobre mí” muy chula que le podrás enseñar a tus amigos y familiares, pero si no consigues que hagan click habrás perdido una ocasión de oro.

Yo soy muy de transformar todos mis textos en páginas de venta, lo sean o no lo sean.

Un email puede ser una buena página de venta, un sobre mí también.

La gente, por lo general y salvo contadas excepciones, no adivina que quieres que haga algo si no se lo dices.

Si quieres vender tienes que pedírselo, si quieres su email tienes que pedírselo, si quieres que te consulten algo o que rellenen un formulario, adivina… tienes que pedírselo.

Esto es así.

Piensa qué quieres de ellos y pídeselo de forma obvia, que quede muy claro lo que esperas que hagan.

En nuestro ejemplo, podríamos escribir algo como lo siguiente:

“Si has leído hasta aquí, te habrás dado cuenta de que tengo unas formaciones muy pensadas para ti, por lo que te animo a que hagas click en el botón que te dejo más abajo y así puedas acceder a mi catálogo de formaciones donde podrás elegir el curso que te va a permitir aprender lo que quieres y necesitas, para que puedas vivir de esto para siempre en menos tiempo de lo que habías pensado”.

Le colocas un botón que lleve a la página de ventas y fin de esta parte de la historia.

Mientras escribes tu llamada a la acción es importante lo siguiente:

1.- Sé directo. No le des vueltas a la peonza y pide lo que quieres que haga con claridad. Más vale una mala llamada a la acción a que no haya llamada a la acción.

2.- No pongas, por favor, mil llamadas a la acción. Centra tus esfuerzos en una sóla. Así no despistas ni lías a nadie. Una página, una llamada a la acción.

3.- De nuevo, involucra las emociones. Haz que sienta ya que su mejor opción eres tú y tu curso.

Resumiendo que es gerundio.

Con esta breve guía, tienes las bases para conseguir convertir tu página de “Sobre mí” en una máquina de generar clientes.

Sólo necesitas ponerlele cariño, dedicar un poquito de tiempo a escribirla con las indicaciones que he compartido contigo y probar,

Prueba, corrige, prueba, corrige, prueba, corrige.

Cuando termines de leer, ponte a escribir tu propia página.

No le des muchas vueltas y comprueba lo que mejor funciona. Tienes mucho tiempo para ir cambiando y mejorando tu página, pero empieza por escribir una.

Para terminar te voy a dejar otro regalo.

No creo en la formación sin acompañamiento por lo que cuando hayas escrito tu página siguiendo mis indicaciones, me la puedes mandar a rafa@rafacasas.com y te haré una corrección personalizada sin coste alguno para ti.

Y ahora sí, si te ha gustado lo que has leído y quieres comentarme alguna cosa al respecto o necesitas ayuda y crees que puedo ayudarte, en el botón de abajo me tienes a mano.

Estaré encantado de responderte.

¡Mucha suerte!